jueves, 3 de abril de 2014

Pues sabe...


Un examen que no se pasa solo. Un libro (dos libros, tres libros) que quieren ser leidos. Un blog, una libreta, un lapicero, amigos que piden atencion, que me extrañan, que extraño, que ya no se como tocar. Y una tarea que no se hace sola, que necesita de un cerebro por lo menos al 80%. Un sueño que se siente cada vez mas lejos, unas ganas de llorar contra la almohada, de parar el mundo unos minutos. Y es que otra vez siento que el mundo gira y no me espera, que me quedo pero no estoy.