miércoles, 17 de abril de 2013

Perder miedos...


No escribí mi deseo, quizá porque no quería que notaran lo débil o lo temerosa que soy. Seguro que soy grande por atreverme a ir al club, he invitado a varias personas que se que les gusta leer pero el club no les interesa mucho, no quieren convivir con la gente y además les da... pena.

¿Pena? pena es la que tengo yo cada viernes que llego a la sala de lectura, me siento tan pequeñita porque en cuanto llego se me acaba la voz, iba a decir que las palabras pero la verdad es que mi mente habla y habla y dice si y dice no y dice que ella sabe de algo parecido. pero yo, yo no quiero hablar.

Es que no se que me pasa, es para evitar el color que me da cada que digo algo, y no me gusta, no me gusta nada ponerme de todos colores solo por decir algún comentario =(

Y entonces me siento triste ¿o enojada? conmigo porque no puedo ¿o si puedo? no se...


2 comentarios:

  1. A todos nos habita una legión de palabras en la mente, pero lo importante es dejar salir lo que pensamos, hace mal reprimirlo.
    Me gustó tu blog.
    Un abrazo.
    HD

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  2. Déjalas salir, dejad que fluyan como agua.

    Saludos vale.

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ஐ Dime! dime! dime =) ஐ